Uso de chalecos para hombres (II): estilo casual

Formas de llevarlo con estilo casual

Además de los usos que se le puede dar al chaleco para estilismos de etiqueta, un chaleco puede ser el complemento ideal para cualquier look masculino. Te puede dar un toque diferente y además puede ayudar a esconder algunos defectillos. Existen dos versiones, el de algodón o punto y el de tela. El primero es mucho más difícil de llevar y combinar, mientras que el segundo, el de tela, es más versátil.

Prueba a combinar un chaleco de tela con una camisa o camiseta, dependiendo de tu estilo y gustos personales, y verás lo diferente que puedes lucir. Es cierto que suele ser una prenda para personas a las que les gusta arriesgar con sus estilismos, pero te aconsejamos probar e incluir una de estas prendas en tu armario.

Debes dejar las inseguridades fuera y seguir los consejos que os damos para que consigáis el efecto que queréis.

Una prenda que arma la espalda

Como ya decíamos, el chaleco consigue que visualmente la espalda parezca más ancha, por lo que puede ser una herramienta perfecta para todos aquellos señores que tienen la silueta recta y que quieren que visualmente parezca una trapezoidal.

El chaleco puede llevarse abierto o cerrado y en ambas versiones suele ser muy útil para esconder el exceso de volumen en el abdomen (siempre y cuando éste no sea muy exagerado).

Los abotonados aportan verticalidad a la figura, por lo que también puede ser perfecto para aquellas personas que además de parecer más delgadas, quieren parecer más altas.

Cuidado con los chalecos de punto, ya que al contrario de los de tela, tienden a aportar más volumen al cuerpo; si tienes tripilla y quieres ponerte uno, recuerda que sea de algún color oscuro y no de lana gruesa.

Foto: www.morato.it