Pueden ser muy útiles para recuperar la proporcionalidad del cuerpo
Símbolo de los años 80, las hombreras son mucho más que un elemento decorativo y excesivo que a lo largo de los años han usado todos los diseñadores para crear prendas llamativas y extravagantes. A pesar de lo que muchas podáis creer, las hombreras nunca han pasado de moda (sólo han cambiado de grosor), y, aunque hayan dejado de ser tendencia hace mucho, como expertos en asesoría de imagen, aconsejamos recurrir a ellas siempre que sea necesario, para conseguir la proporcionalidad del cuerpo, corregir visualmente defectos es esa zona o simplemente armar los hombros.
Por lo tanto, aléjate de tendencias, fuera prejuicios y valora realmente si las necesitas o no, dependiendo de tus características físicas. ¿Pero, tienes claro en qué ocasiones se recomienda su uso?
Disimular unos hombros caídos
Sin duda, las personas que deben hacerse con unas hombreras son las que tienen los hombros caídos. Con este simple gesto, corregirán ese inestetismo y se verán con una espalda mucho más armada. Lo mismo decimos para las personas que tienen un hombro caído; muchas veces por un problema postural, otras por un problema físico, hay personas que tienen un hombro más caído y esto se soluciona colocando una hombrera con el grosor correcto en el hombro que esté más caído.
Por otro lado, si tu silueta es recta o recta suave, también conseguirás marcar la cintura usando hombreras; éstas le darán volumen a la zona de la espalda, haciendo que la cintura se vea más fina, con lo cual conseguirás un cambio espectacular.
Asimismo, las pueden y deben usar las personas con caderas muy anchas y con hombros más estrechos, con el objetivo de conseguir equilibrar el cuerpo y conseguir la silueta reloj de arena.
Por último, todas aquellas personas que tengan el cuello corto, deben huir del uso de las hombreras, sobre todo si son muy marcadas, ya que se acentuará aún más la falta de longitud del cuello.
Como siempre, os recordamos que nuestros consejos son generalidades y que el uso de cualquier herramienta para corregir inestetismos debe ser usado una vez hecho el análisis completo de la silueta, ya que, si no se hace así, puedes estar destacando un defecto al intentar esconder otro.