Relación entre la imagen personal y la comunicación no verbal

Nuestros códigos de imagen pueden transmitir sensaciones: serenidad, fortaleza, seriedad, creatividad.

Coach de imagen madridNos guste o no vivimos en una sociedad donde la imagen importa. Y cuando hablamos de imagen no nos referimos a los prejuicios o estereotipos impuestos. La imagen no es sólo estar más o menos guapa, sino que influyen aspectos como la aptitud y saber encontrarse bien con nosotros mismos. Y todo esto, supone una herramienta de comunicación importantísima tanto a nivel personal como profesional.

Nuestro aspecto puede transmitir seriedad, serenidad, seguridad, fortaleza, creatividad,… Cualquier sensación que tengamos se puede transmitir con más fuerza utilizando una imagen bien conseguida. Es lo que se conoce como comunicación no verbal y nos puede servir como carta de presentación hacia nuestro entorno: clientes, entidades financieras, compañeros de trabajo, amigos, empresas,…

Para comunicar con la imagen, utilizamos lo que se conoce como códigos de imagen. Colores, formas y volúmenes de nuestra ropa, peinado, maquillaje, complementos,… Todo esto y mucho más componen nuestros propios códigos de imagen.

Un ejemplo muy claro es el uso de la psicología del color, de la que ya hemos hablado en varias ocasiones. El azul es un color que refleja seriedad, pero con cercanía; el negro crea distancia con nuestro interlocutor; el rosa refleja dulzura; y así con cada uno de los colores. Sin embargo, aunque debemos elegir un color que transmita el mensaje que queremos, también debemos elegir uno que se ajuste a nuestra personalidad.

La primera imagen que demos es crucial

Sobre todo cuando hablamos de un primer encuentro con alguien, nuestra imagen será algo primordial. Creedme cuando os digo que existen relaciones laborales que no han llegado a buen puerto sólo por haber elegido una imagen errónea; o que algunos personajes públicos no consiguen que la sociedad les vea como quieren, precisamente por lo que transmiten con su aspecto. Y como éstos, muchos más ejemplos.

Además de la imagen, existe una parte de la comunicación no verbal que tampoco solemos cuidar y que influye en el resultado de una primera impresión. La forma en que damos la mano, nuestras miradas, nuestra postura corporal… Nuestro cuerpo habla de nosotros con nuestros movimientos y debemos cuidarlos igualmente. Pero de este tema hablaremos más adelante largo y tendido.

Marcar la diferencia

En definitiva, de cómo nos comuniquemos y de la imagen que damos pueden depender muchos resultados profesionales y personales en nuestra vida. Tenemos que analizar nuestras necesidades, estudiar el campo en que queremos movernos y potenciar las virtudes que tenemos en función de todo esto. Y si el resultado funciona, ¡hemos triunfado! Habremos conseguido marcar la diferencia y dar valor a todo lo que queremos demostrar.

Recuerda que todo lo que llevemos puesto influye en nuestra imagen y en nuestra comunicación no verbal, por lo que debemos intentar ser coherentes con nosotros mismos y con el mensaje que queremos dar.

Si tienes dudas, un coach de imagen te puede ayudar a conseguir el resultado que necesitas. Aprenderás a utilizar las herramientas que están en tu mano, en cualquier ocasión que se te presente. Y nunca más tu imagen te jugará una mala pasada.